La Elegida. Kiera Cass

by - 10/19/2025

  • Entonces pensé en Maxon, que siempre decía que había que afrontar los problemas.
  • Pues el hecho de que no quieras la corona probablemente te convierta en la mejor persona para llevarla.
  • Mereces ser feliz. Todos lo merecemos. 
  • Aunque Maxon fuera lo que yo quería, nunca conseguí mantener la compostura lo suficiente como para conseguir hacer de aquello una realidad.
  • Y preferiría perderte ahora mismo a haber pasado toda una vida sin vivir esto.
  • Me hiciste sentir orgulloso de ti, América. A veces me sorprenden las cosas que dices, pero no sé por qué. Siempre has sido más fuerte de lo que pensabas.
  • Si todo fuera perfecto, no sería real.
  • Solo tú podrías encontrar la belleza en algo que otros dirían que les arruina el día.
  • Me apretó con algo más de fuerza. En ese momento, sentí como si todo lo malo se borrara y volviéramos al inicio de nuestra relación. Éramos amigos que se habían dado cuenta de que no querían estar el uno sin el otro. Éramos polos opuestos en muchos sentidos pero también muy parecidos. No podía decir que nuestra relación fuera cosa del destino, pero sí que sentía que era lo más grande que me había pasado nunca.
  • Recogí con todo cuidado mi amor por Maxon y lo guardé en mi corazón, algo asustada de lo que sentía. Con el tiempo tendría que hacerlo público, pero de momento era un secreto.
  • Y aunque ya no estaba enamorada de Aspen, aún me importaba, y no quería hacerle daño.
  • Siempre te querré. Te espetaré lo que haga falta. Estoy contigo, pase lo que pase.
  • No te preocupes. Hasta las personas más nobles tienen algún tipo de cicatriz.
  • Tú siempre has guardado mis secretos. Y yo siempre guardaré los tuyos.
  • Quizá habrá gente a quien le cueste confesar algo así. Que tenga miedo de no poder llegar al final.
  • La valentía a veces se esconde en lugares insospechosos.
  • Lo sé. Pero a veces es más importante lo que quieres hacer, no lo que tienes que hacer.
  • Pero hay otro tipo de belleza procedente de la humildad y la honestidad. Esa era la que lucía en aquel momento.
  • Es difícil saberlo todo de la gente que te rodea, incluso de aquellos a quienes más quieres.
  • Siento que no dejarás que el mundo te empuje a vivir una vida que no desees. Quizá me equivoque, así que déjame decirle al menos una cosa: lucha América. Puede que no quieras luchar por cosas que la mayoría lucharía, como el dinero o la fama, pero lucha igualmente. Sea lo que sea que desees, América, búscalo con todas tus fuerzas.
  • Lo único que digo es que no pasa nada por estar triste por su pérdida, claro, pero puedes estar segura de que lo mejor de él todavía vive. 
  • Voy a quererte más de lo que ningún hombre ha querido nunca a una mujer, más de lo que has soñado nunca que podrían quererte. Eso te lo prometo.
  • Estás exactamente en dónde tienes que estar.
  • He visto mucho en mi vida, América, he podido llegar a todos los rincones del mundo. Pero nunca me he encontrado con nada tan doloroso y precioso a la vez como aquel beso. Ojalá fuera algo que pudiera atrapar en una red o guardar entre las páginas de un libro. Ojalá fuera algo que pudiera conservar y compartir con el mundo para poder decirle al universo entero: así es, esto es lo que se siente cuando te enamoras.
  • No eres el mundo entero, pero eres todo lo que hace que el mundo sea bueno. Sin ti, viviría igualmente, pero viviría sin más.

Me dijiste que para hacer las cosas bien uno de los dos tenía que saltar y lanzarse al vacío. Creo que ya he descubierto el barranco que había que saltar, y espero encontrarte esperándome en el otro lado.

Te quiero América.

Tuyo, siempre. Maxon.

  • Me quería. Me quería de verdad. Y yo le amaba. A pesar de todo lo que podía apartarnos.
  • Rómpeme el corazón. Rómpemelo mil veces, si quieres. De todos modos solo ha sido tuyo, desde el principio.
  • Una herida de bala y un corazón roto pueden parecer dos tipos de heridas diferentes, pero sentí que me desangraba por dentro tal como debía de haberlo hecho Maxon. Y era una herida que no se cerraría por mucha presión que ejerciera o por muchos puntos que me dieran. Nadie podría reparar aquel dolor.
  • Siempre ocuparás un lugar en mi corazón, Mer, pero ya no estoy enamorado de ti. A veces tengo la impresión de que aún me necesitas o me quieres, pero no sé si eso está bien. Te mereces algo mejor que estar conmigo porque yo sienta la obligación de estar contigo.
  • Te quiero —dijo simplemente—. Debería habértelo dicho hace mucho tiempo. Quizá así habríamos podido evitar muchos errores estúpidos. No obstante —añadió, sonriendo—, a veces pienso que son precisamente todos esos obstáculos los que han hecho que te quisiera tanto.
  • América —dijo Maxon, con ternura, obligándome a limpiarme los ojos y a mirarlo—, sé que ahora me vez como rey, pero déjame ser claro: esto no es una orden. Es una petición, una súplica: hazme el hombre más feliz del mundo. Por favor, hazme el honor de casarte conmigo.


You May Also Like

0 comentarios