pinterest Goodreads YouTube

Letras para lectores

  • Inicio
  • Para leer
    • Frases
    • Escritos
  • Acerca de
  • Agradecimientos
  • EscrĂ­benos

Todo puede cambiar en tres dĂ­as. Es la frase que ha estado resonando Ăºltimamente en mi cabeza. JesĂºs muriĂ³ y resucitĂ³ al tercer dĂ­a, nadie esperaba nada, en cambio, todo cambiĂ³. 

Creo que es mi esperanza la que estĂ¡ tratando de surgir de esta manera, la que intenta decirme que efectivamente, todo sucede, todo cambia, todo pasa, no importa cuĂ¡nto se tarde en hacerlo; no porque uno lleve prisa significa que las todo avanzarĂ¡ a nuestro ritmo, cuando queramos. No es asĂ­ como funciona, es algo que creo que a todos nos cuesta comprender pero tarde o temprano (para nosotros) sucede porque para el tiempo de Dios, de lo que nos manda, en realidad, siempre ha sido ese, su ritmo. 

AsĂ­ que cuando pienses que todo es monĂ³tono, que es difĂ­cil o muy fĂ¡cil, recuerda que <<Todo puede cambiar en tres dĂ­as>> 







No comentarios
  • <<Incluso aunque falles cien veces, eso no significa que vayas a dejar de intentarlo. EstĂ¡s destinada a grandes cosas>>
  • Pero primero tendrĂ­a que encontrar la tienda que la señora Davenport habĂ­a mencionado. Quinta no se permitiĂ³ imaginar que no aparecerĂ­a o admitir que habĂ­a una posibilidad de que El Emporio Escarlata no existiera. En estos casos, era importante la fe, y ella tenĂ­a montones.
  • Nunca la habĂ­a visto, pero algo en ella le resultaba familiar. Era como una canciĂ³n que Twain habĂ­a escuchado, pero cuyas notas no recordaba.
  • Todos tenemos habitaciones oscuras a las que no queremos volver a entrar.
  • Pero ella tenĂ­a la sensaciĂ³n de que habĂ­a algo que hallar y que debĂ­a estar en esta habitaciĂ³n. Llena de asombro, Quinta mirĂ³ hacia arriba en un esfuerzo por leer los tĂ­tulos en los lomos. Si los cuerpos eran los libros de nuestras vidas, ¿quĂ© dirĂ­a su lomo?. 
  • TenĂ­a que confiar en ella. Era asĂ­ de sencillo. Incluso si no tenĂ­a la costumbre de confiar en la gente, era capaz de romper su propia regla por ella.
  • AsĂ­ que, en ese momento, mientras Twain subĂ­a una mano y luego la otra por la luz de estrella, el corazĂ³n de Quinta subiĂ³ con Ă©l. EscalĂ³ un poquito hacĂ­a el amor.
  • Twain no tenĂ­a ni idea, pero ahora estaba seguro de que podrĂ­a escuchar a Quinta durante muchas horas. Le gustaba ver cĂ³mo su boca formaba palabras y como sus sueños, igual que ella, eran atrevidos y valientes.
  • Tampoco pensaba que todo lo hermoso debiera ser disfrutado por los demĂ¡s. A veces bastaba con crear algo bonito aunque nadie lo viera.
  • <<Este patrĂ³n era bĂ¡sico para todos los tipos de encaje, sobre todo para la curaciĂ³n. La alegrĂ­a es el comienzo, y esto hace que el soñador se afiance y consiga dar forma a sus esperanzas>>.
  • <<Este patrĂ³n le darĂ¡ al portador la alegrĂ­a mĂ¡s profunda durante unos momentos y curarĂ¡ sus heridas superficiales. Si se hace correctamente, se puede tejer placer con alegrĂ­a, lo que harĂ¡ que el receptor se sienta mĂ¡s ligero que nunca. Esta alegrĂ­a entrarĂ¡ en su vida y lo cambiarĂ¡ para siempre, aunque solo un poco>>.
  • Algunas personas llegaban hasta tu lado mĂ¡s desconocido en cuanto las conocĂ­as y se quedaban ahĂ­ si se lo permitĂ­as.
  • -No me apartarĂ© de ti -prometiĂ³ Twain-. Sea lo que sea que haya ahĂ­, lo afrontaremos juntos.
  • Tus conocimientos no te hacen buena persona [...]. Lo que haces cuando las cosas se complican es lo que determina quiĂ©n eres.
  • Primero, averigua dĂ³nde estĂ¡s -se dijo asĂ­ misma-. Luego ya tratarĂ¡s de descubrir cĂ³mo puedes llegar a dĂ³nde quieres estar.
  • La magia es extraña [...]. Algunas personas se pasarĂ¡n la vida buscĂ¡ndola, y otros la encontrarĂ¡n sin intentarlo. Pero no importa cĂ³mo lo hallen, sino lo que hagan con ella.
  • Sed buenos el uno con el otro, mis queridos [...]. Besaos cada mañana, encontrad maravillas juntos y no olvidĂ©is de reĂ­r cada dĂ­a. AsĂ­ podrĂ©is compartir una vida juntos.
  • Gracias por hacer que nos encontrĂ¡ramos. Y espero que descubras otra gran aventura donde sea que estĂ©s.
  • No sĂ© si mi vida es mejor o peor por haberte conocido -dijo-, pero me alegro de que nos hayamos encontrado.





No comentarios
 Y todo lo que hagĂ¡is, hacedlo de corazĂ³n, como para el Señor y no para los hombres.
-Colosenses 3:23

A veces me pregunto cuĂ¡ndo es que dejĂ© de hacer las cosas de corazĂ³n, cuĂ¡ndo me apaguĂ© tanto. SĂ© que cuando hay dolor, significa transformaciĂ³n. Confianza en Dios. Admito que en ocasiones me cuesta mĂ¡s que en otras. SĂ© que no soy la Ăºnica que se ha llegado a sentir asĂ­. 

Me gusta este versĂ­culo, quiero volver. Me gustaba mucho y aunque he estado sanando poco a poco porque el proceso no es lineal, creo que mi alma y corazĂ³n aĂºn necesitan tiempo. Me he dado cuenta que algunas acciones que he hecho durante este tiempo han sido por miedo y no por amor. Quiero cambiar eso. Quiero hacerlo de corazĂ³n, asĂ­ que ayer fui con el herrero de corazones y abrĂ­ mi corazĂ³n, con vergĂ¼enza pero Él no me juzgĂ³. 

Para que Él pueda transformarme tengo que tener un corazĂ³n dispuesto y no compararme con los demĂ¡s, todos tenemos un propĂ³sito diferente, especial. No malo. Admito que me a costado no comparar, me es difĂ­cil, aĂºn asĂ­ lo intento. Lo seguirĂ© intentando.

-Layla.




1 comentarios

  • Entonces pensĂ© en Maxon, que siempre decĂ­a que habĂ­a que afrontar los problemas.
  • Pues el hecho de que no quieras la corona probablemente te convierta en la mejor persona para llevarla.
  • Mereces ser feliz. Todos lo merecemos. 
  • Aunque Maxon fuera lo que yo querĂ­a, nunca conseguĂ­ mantener la compostura lo suficiente como para conseguir hacer de aquello una realidad.
  • Y preferirĂ­a perderte ahora mismo a haber pasado toda una vida sin vivir esto.
  • Me hiciste sentir orgulloso de ti, AmĂ©rica. A veces me sorprenden las cosas que dices, pero no sĂ© por quĂ©. Siempre has sido mĂ¡s fuerte de lo que pensabas.
  • Si todo fuera perfecto, no serĂ­a real.
  • Solo tĂº podrĂ­as encontrar la belleza en algo que otros dirĂ­an que les arruina el dĂ­a.
  • Me apretĂ³ con algo mĂ¡s de fuerza. En ese momento, sentĂ­ como si todo lo malo se borrara y volviĂ©ramos al inicio de nuestra relaciĂ³n. Éramos amigos que se habĂ­an dado cuenta de que no querĂ­an estar el uno sin el otro. Éramos polos opuestos en muchos sentidos pero tambiĂ©n muy parecidos. No podĂ­a decir que nuestra relaciĂ³n fuera cosa del destino, pero sĂ­ que sentĂ­a que era lo mĂ¡s grande que me habĂ­a pasado nunca.
  • RecogĂ­ con todo cuidado mi amor por Maxon y lo guardĂ© en mi corazĂ³n, algo asustada de lo que sentĂ­a. Con el tiempo tendrĂ­a que hacerlo pĂºblico, pero de momento era un secreto.
  • Y aunque ya no estaba enamorada de Aspen, aĂºn me importaba, y no querĂ­a hacerle daño.
  • Siempre te querrĂ©. Te espetarĂ© lo que haga falta. Estoy contigo, pase lo que pase.
  • No te preocupes. Hasta las personas mĂ¡s nobles tienen algĂºn tipo de cicatriz.
  • TĂº siempre has guardado mis secretos. Y yo siempre guardarĂ© los tuyos.
  • QuizĂ¡ habrĂ¡ gente a quien le cueste confesar algo asĂ­. Que tenga miedo de no poder llegar al final.
  • La valentĂ­a a veces se esconde en lugares insospechosos.
  • Lo sĂ©. Pero a veces es mĂ¡s importante lo que quieres hacer, no lo que tienes que hacer.
  • Pero hay otro tipo de belleza procedente de la humildad y la honestidad. Esa era la que lucĂ­a en aquel momento.
  • Es difĂ­cil saberlo todo de la gente que te rodea, incluso de aquellos a quienes mĂ¡s quieres.
  • Siento que no dejarĂ¡s que el mundo te empuje a vivir una vida que no desees. QuizĂ¡ me equivoque, asĂ­ que dĂ©jame decirle al menos una cosa: lucha AmĂ©rica. Puede que no quieras luchar por cosas que la mayorĂ­a lucharĂ­a, como el dinero o la fama, pero lucha igualmente. Sea lo que sea que desees, AmĂ©rica, bĂºscalo con todas tus fuerzas.
  • Lo Ăºnico que digo es que no pasa nada por estar triste por su pĂ©rdida, claro, pero puedes estar segura de que lo mejor de Ă©l todavĂ­a vive. 
  • Voy a quererte mĂ¡s de lo que ningĂºn hombre ha querido nunca a una mujer, mĂ¡s de lo que has soñado nunca que podrĂ­an quererte. Eso te lo prometo.
  • EstĂ¡s exactamente en dĂ³nde tienes que estar.
  • He visto mucho en mi vida, AmĂ©rica, he podido llegar a todos los rincones del mundo. Pero nunca me he encontrado con nada tan doloroso y precioso a la vez como aquel beso. OjalĂ¡ fuera algo que pudiera atrapar en una red o guardar entre las pĂ¡ginas de un libro. OjalĂ¡ fuera algo que pudiera conservar y compartir con el mundo para poder decirle al universo entero: asĂ­ es, esto es lo que se siente cuando te enamoras.
  • No eres el mundo entero, pero eres todo lo que hace que el mundo sea bueno. Sin ti, vivirĂ­a igualmente, pero vivirĂ­a sin mĂ¡s.

Me dijiste que para hacer las cosas bien uno de los dos tenĂ­a que saltar y lanzarse al vacĂ­o. Creo que ya he descubierto el barranco que habĂ­a que saltar, y espero encontrarte esperĂ¡ndome en el otro lado.

Te quiero América.

Tuyo, siempre. Maxon.

  • Me querĂ­a. Me querĂ­a de verdad. Y yo le amaba. A pesar de todo lo que podĂ­a apartarnos.
  • RĂ³mpeme el corazĂ³n. RĂ³mpemelo mil veces, si quieres. De todos modos solo ha sido tuyo, desde el principio.
  • Una herida de bala y un corazĂ³n roto pueden parecer dos tipos de heridas diferentes, pero sentĂ­ que me desangraba por dentro tal como debĂ­a de haberlo hecho Maxon. Y era una herida que no se cerrarĂ­a por mucha presiĂ³n que ejerciera o por muchos puntos que me dieran. Nadie podrĂ­a reparar aquel dolor.
  • Siempre ocuparĂ¡s un lugar en mi corazĂ³n, Mer, pero ya no estoy enamorado de ti. A veces tengo la impresiĂ³n de que aĂºn me necesitas o me quieres, pero no sĂ© si eso estĂ¡ bien. Te mereces algo mejor que estar conmigo porque yo sienta la obligaciĂ³n de estar contigo.
  • Te quiero —dijo simplemente—. DeberĂ­a habĂ©rtelo dicho hace mucho tiempo. QuizĂ¡ asĂ­ habrĂ­amos podido evitar muchos errores estĂºpidos. No obstante —añadiĂ³, sonriendo—, a veces pienso que son precisamente todos esos obstĂ¡culos los que han hecho que te quisiera tanto.
  • AmĂ©rica —dijo Maxon, con ternura, obligĂ¡ndome a limpiarme los ojos y a mirarlo—, sĂ© que ahora me vez como rey, pero dĂ©jame ser claro: esto no es una orden. Es una peticiĂ³n, una sĂºplica: hazme el hombre mĂ¡s feliz del mundo. Por favor, hazme el honor de casarte conmigo.


No comentarios
Older Posts

Translate

Buscador

Seguidores

Sobre mĂ­

Layla

¡Hola! Soy la creadora de Letras para lectores, publicarĂ© con el seudĂ³nimo de Layla. Soy una artista, lectora y diseñadora apasionada, creativa y soñadora.
Con este blog, busco expresar con palabras lo que siento.

Follow Us

  • pinterest
  • Goodreads
  • YouTube

Post recientes

Frase favorita

Blog Archive

Pinterest

Created with by BeautyTemplates | Distributed by Blogger