Frases: Los dos amores de mi vida de Taylor Jenkins Reid
- Ni siquiera sabes que existe algo, hasta que te enteras de lo que es y comienzas a verlo por todos lados.
- Con el tiempo, aprendí que casi todo lo que me dijeron mis padres resultó ser cierto.
- Estaba en un punto intermedio, y creo que empezaba a transmitir al exterior mi creciente confianza.
- Yo era una chica que no formaba parte de su día a día y que por eso se sintió seguro conmigo.
- Me había confiado su secreto porque pensaba que yo era una extraña, y terminó descubriendo que era una compañera de viaje.
- Si de verdad quieres hacer algo, tienes que hacerlo.
- Si quieres hacer algo con la pasión con la que es evidente que tú quieres hacer eso, entonces te debes a ti misma lograr que suceda.
- Tus padres no son tú. Y tú tienes que ser tú misma.
- En cuanto logré poner distancia entre el hogar en el que me había criado, empecé a apreciar su belleza.
- Había basado mi vida en la idea de que quería conocer todos los lugares que fueran extraordinarios, pero me había dado cuenta de que cualquier lugar podía ser extraordinario.
- Cuando pierdes a alguien a quien amas, es difícil imaginar que alguna vez te sentirás mejor. Que algún día serás capaz de estar de buen humor solo porque hace un buen tiempo o el camarero de la cafetería de la esquina recuerda cómo te gusta el café. Pero sucede. Si tienes paciencia y te esfuerzas por lograrlo.
- Estás más feliz de haberlo conocido, que triste por haberlo perdido.
- Y entonces, poco a poco, día a día, minuto a minuto, a un ritmo tan lento que apenas te percatas de que esté ocurriendo nada, vuelves a encontrar un propósito en tu vida.
- Eso no significa que no te quiera. Solo que adoro el lugar del que provengo.
- Las cosas buenas no esperan hasta que estás preparado. A veces llegan antes, cuando casi estás listo. Y concluí que, cuando eso sucede, tenemos dos opciones: o la dejas pasar, como si fuera el tren equivocado, o te preparas y te subes a él. Así que eso fue lo que hice: prepararme para subir.
- Pero si te das cuenta de que quieres que el amor entre en tu vida, es porque estás dispuesta a dejar que suceda.
- Llegué a pensar que el luto sería crónico, que lo único que podría hacer sería agradecer tener días buenos para poder sobrellevar los malos. Pero luego empecé a pensar que quizá los días buenos no tenían por qué ser solo días; que tal vez podían ser buenas semanas, buenos meses, e incluso buenos años.
- Pero ahora voy a salir al mundo con el corazón abierto. Y voy a ir a donde quiera que la vida me lleve.
- No era mi sueño origina, como ya sabes. Pero estoy empezando a pensar que no siempre sabemos cuáles son realmente nuestros sueños. A veces solo necesitamos toparnos con ellos antes de darnos cuenta.
- Sí, cuando coqueteas, te enamoras tanto de ti misma como de la otra persona.
- No creía que me fuera a resultar fácil enamorarme de otra persona. Pero tampoco parecía imposible.
- Aunque no estuviera preparada para la verdad, eso no la hacía menos cierta.
- Daba prioridad al meollo de la cuestión, en vez de a los detalles. Prestaba más atención a las acciones que a las palabras.
- Puedes amar tu pasado con él. Eso no supone ninguna amenaza al amor que siento hoy por ti. Quiero que sepas que nunca te pediré que elijas. Jamás te pediré que me digas que soy el amor de tu vida. Porque sé que eso no sería justo para ti. Y nunca te lo pediré.
- Había encontrado a un hombre que me entendía y me aceptaba por completo, que era lo suficientemente fuerte para no preocuparse por el lugar en mi corazón que ocupaba mi antiguo amor.
- Cada vez que cavilara sobre si algo no hubiera sucedido, siempre me respondería: "Pero sucedió".
- Tenía que dejar de preguntarme qué habría pasado si las cosas hubieran sido distintas y enfocarme en lo que tenía. Sí, tenía que centrarme en la realidad en vez de preguntarme sobre posibilidades.
- A veces tengo la sensación de que estoy soñando y que me despertaré en cualquier momento, y no sé si eso es bueno o malo.
- Los años que han transcurrido no han borrado ni un ápice del cariño y la seguridad que tuvimos durante el tiempo que compartimos nuestras vidas.
- Aunque supongo que de eso trata precisamente el amor entre dos personas: que no puedes recrearlo.
- ¡Qué curioso!, ¿verdad? Los hombres a menudo ven la traición en lo que haces en vez de en lo que sientes.
- No quiero tú compasión. Ni u lealtad. Quiero que estés conmigo porque eso sea lo que de verdad deseas.
- Pero no quiero que compartas todo eso conmigo porque tienes que hacerlo, porque te sientes obligada a cumplir la promesa que me hiciste hace meses. Quiero que hagamos todo eso juntos porque es lo que te hace feliz, porque cada día te levantas contenta de estar conmigo, porque eres libre para elegir la vida que quieres y escoges una vida conmigo. Eso es lo que quiero. Si no te doy la oportunidad de irte ahora mismo, entonces no lo sabré. -Se encoge de hombros-. Y creo que jamás volveré a sentirme cómodo.
- Si quieres saber mi opinión, tienes la extraordinaria habilidad de amar con todo el corazón, incluso después de que se te rompiera. Eso es algo bueno. No tienes que sentirte culpable por ello.
- Es difícil ser sincera, estar tan expuesta, tan vulnerable. Pero me doy cuenta de que al final termina siendo liberador.
- Espero que cambies de opinión y te des cuenta de que me quieres y que tenemos que estar juntos el resto de nuestras vidas, pero... no voy a hacer ninguna audición para conseguir el papel.
- Una cosa es hacerme la tonta con ellos, y otra muy distinta hacerlo conmigo misma.
- Dicen que cuando recuerdas algo, de lo que realmente te acuerdas es del recuerdo más reciente. Y que cada vez que recuerdas un momento, lo cambias, aunque sea de forma sutil, añadiendo nueva información, sensaciones nuevas.
- Somos dos personas que estamos perdidamente enamoradas de nuestros antiguos yos. Pero eso no es lo mismo que amar a alguien. No puedes capturar el amor en una botella. No puedes agarrarlo con ambas manos y obligarlo a que se quede contigo.
- Nos amamos y nos perdimos. Y ahora, aunque el amor todavía sigue ahí, las piezas ya no encajan como antes.
- Ha sido duro, pero por fin he descubierto quién soy y qué es lo que quiero. De hecho, nunca he tenido tan clara y cristalina mi identidad.
- Gracias por guiarme hacia una vida con la que soy feliz.
- Solo porque algo no esté destinado a durar toda la vida no significa que no tuviera que pasar.
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